Si nunca limpias tu sofá, pueden ocurrir varios problemas con el tiempo, tanto para la salud como para la durabilidad del mueble. Aquí tienes un resumen de lo que podría pasar:
1. Acumulación de polvo y suciedad
El polvo, migas, pelos de mascotas y otras partículas se acumulan en la superficie y entre los cojines.
Esto puede causar mal olor y dar un aspecto sucio y descuidado al sofá.
2. Ácaros y alérgenos
Los ácaros del polvo y otros alérgenos (como el moho o el pelo de mascotas) pueden multiplicarse en los tejidos.
Esto puede provocar o empeorar alergias, asma y problemas respiratorios.
3. Manchas permanentes
Las manchas por comida, bebidas o sudor se vuelven más difíciles (o imposibles) de quitar si no se limpian pronto.
El material puede absorber la suciedad profundamente, dañando el color y la textura.
4. Malos olores
El tejido del sofá puede absorber olores de comida, sudor, humo, mascotas, etc.
Con el tiempo, el sofá puede oler mal, incluso si la suciedad no es visible.
6. Aparición de moho o bacterias
En ambientes húmedos, la falta de limpieza puede favorecer la aparición de moho o bacterias, especialmente si hubo líquidos derramados.